Cartuchos y filtros: Sus diferencias

Es probable que al investigar sobre los respiradores reutilizables de media cara o cara completa te hayas encontrado con los aditamentos que los acompañan: los filtros y los cartuchos. Conocer las características de cada uno y sus diferencias te permitirá identificar cuál es el aditamento que cumple las necesidades de protección de tus trabajadores.

Existe una amplia variedad de filtros y cartuchos que pueden servir para tu respirador, sea de media cara o cara completa. Mientras que ambos están pensados para filtrar los agentes dañinos en el ambiente, existen un par de criterios fundamentales con los que podemos separarlos.

Para determinar los filtros o cartuchos que necesitamos primero tenemos que ser conscientes del riesgo que deseamos prevenir. Es decir, tenemos que estar seguros de qué clase amenaza se encuentra presente en el entorno del trabajador para encontrar el aditamento que mejor le convenga.

Tanto los filtros como los cartuchos fueron diseñados para proteger a los trabajadores de polvo, humo, nieblas, u otras amenazas que puedan encontrarse en el ambiente por lo que conocer la naturaleza del agente dañino nos ayudará a determinar si es necesario usar un filtro o un cartucho.

Uno de los peores errores que podemos cometer es usar nuestro respirador con el filtro o cartucho equivocado, asumiendo que nos dará la seguridad que necesitamos. Conocer el contaminante y la densidad de exposición que tendremos a él, nos permite identificar si lo que necesitamos es un filtro, un cartucho o una combinación de ambos. 

Amenazas respiratorias y la elección del filtro y cartucho.

Fibras y polvo: Se trata de partículas sólidas que se generan como resultado de la manipulación de materiales sólidos mediante procesos diversos. 

Humos: Se trata de partículas sólidas que se forman cuando un sólido se evapora y sus moléculas se condensan en el aire. Esto se puede encontrar en el área de moldes, corte o inyección de plásticos.

Nieblas: Son pequeñas gotas de líquido que se quedan suspendidas en el aire, por ejemplo, la niebla de aceite que puede producirse en la producción de lubricantes o lugares con trabajos de pintura.

Gases: Estos materiales existen como moléculas que se quedan a temperatura ambiente. Ejemplos de ellos son el nitrógeno o el dióxido de carbono.

Vapores: Es la forma gaseosa de ciertas sustancias que normalmente se esperan en estado sólido o líquido. Resultado por evaporación, por ejemplo, el tolueno.